Tratamiento Adicciones en Valencia

Adicciones

Las adicciones, tanto tóxicas (alcohol, cocaína, heroína, etc.) como las adicciones NO TÓXICAS (a juego online, a las compras, al sexo, etc.), son conceptualizadas en función del paradigma de aprendizaje.

Es una conducta operante, es decir, como una conducta reforzada o mantenida por sus consecuencias, ya que estas sustancias (o juego en este caso), que actúan como un poderoso REFORZADOR (mantienen las conductas, jugar), tanto POSITIVO (placer por el juego al principio) como reforzador NEGATIVO (Evitación del malestar o supresión del síndrome de abstinencia, es decir, tengo ganas de jugar, como no puedo me siento mal y la forma que he aprendido para superar este malestar es jugando, también si me siento mal por cualquier otro motivo).

Del mismo modo, siempre en el marco del paradigma del condicionamiento clásico, determinados ESTÍMULOS tanto INTERNOS (diversos estados emocionales, como el estrés, el aburrimiento o la tristeza, como EXTERNOS (personas, lugares, momentos del día o días de la semana), condicionados tras su exposición repetida con la conducta adictiva, que tienen también un papel importante en el mantenimiento y recaídas después de un periodo de no consumo.

Determinadas variables cognitivas (creencias básicas relacionadas con la conducta de juego) poseen así mismo una importancia especial, tanto en el desarrollo y mantenimiento de la conducta problemática como en las recaídas.

Adicciones psicológicas: realidad o quimera.

El término drogodependencias, hasta ahora se ha referido únicamente a las adicciones químicas, pero disponemos ya de suficiente experiencia clínica para considerar seriamente la existencia de las adicciones no químicas, psicológicas o conductuales. Por ello, no es prematuro ni exagerado, conceptualizar la adicción a Internet, al sexo, al juego, a la comida (sobre ingesta compulsiva), a las compras, al ejercicio físico, al trabajo, como verdaderas adicciones.

Como apunta Echeburúa (2003), la persona con una adicción, muestra una fuerte dependencia psicológica, actúa con ansia de modo impulsivo, a la par que pierde interés por otras actividades placenteras, estrechándose el mundo, con lo cual se potencian todavía más los efectos negativos (y cómo ha aprendido a solucionarlo?… en este caso jugando).

El núcleo central de la adicción, viene marcado por la dependencia, entendida como la necesidad de realizar la conducta adictiva o problemática para restaurar un estado de equilibrio y por otra parte, la esclavización del sujeto al estilo de vida patológico del mantenimiento del hábito.

De esta forma, lo característico de la adicción psicológica, no es la conducta implicada, sino el tipo de relación que el sujeto establece con ella (Echeburúa, 1994).

Secuencia evolutiva de las adicciones conductuales

(Krych,1989). Serían las siguientes:

  1. La conducta es placentera y por lo tanto resulta reforzante o recompensan te para la persona.
  2. Se da un incremento en los pensamientos referentes a la conducta adictiva en los momentos en los que la persona no los lleva a cabo.
  3. La conducta tiende a hacerse cada vez más frecuente, a la par que el sujeto pierde interés por las actividades previamente gratificantes.
  4. La persona tiende a negar la importancia o perjuicio que la adicción tiene en su vida (negación).
  5. Periódicamente se experimenta un deseo intenso de llevar a cabo la conducta, junto a expectativas muy altas acerca del alivio del malestar que va a sentir tras la realización de la conducta.
  6. La conducta se mantiene a pesar de las consecuencias negativas crecientes. Existe una justificación personal y de convencimiento de los demás, merced a una distorsión grave de la realidad.
  7. A medida que los efectos negativos de la adicción aumentan, la persona toma conciencia del problema e intenta controlarlo por sí mismo, lo cual habitualmente resulta fallido (estadísticamente).
  8. En este punto, lo que mantiene principalmente la conducta problemática, no es el efecto placentero, sino el alivio del malestar, el cual cada vez es de menor intensidad y más breve. (Por ello, hay que dedicarle cada vez más tiempo y dinero para conseguir el alivio deseado. Igual que en una adicción a sustancia, ej.: cocaína, cada vez hay que consumir más para que haga efecto, esto técnicamente se llama TOLERANCIA).
  9. La persona muestra cada vez menos capacidad para soportar las emociones negativas y las frustraciones diarias, a la par que las estrategias de afrontamiento se encuentran empobrecidas a causa de su falta de uso. De este modo, la conducta adictiva se instaura en el único medio para afrontar el estrés, en este caso jugando.
  10. Se produce un agravamiento de la adicción y normalmente una crisis extrema (pérdida de empleo, ruptura de pareja, estafa, pérdida de relaciones familiares) esto lleva al paciente o a la familia a pedir tratamiento.

Experimentación del síndrome de abstinencia

La experimentación del síndrome de abstinencia, es la característica fundamental en las adicciones, sean químicas o no químicas. Las características son:

  • Impulso en forma de deseo intenso, que trae efectos perjudiciales para la persona.
  • Tensión creciente hasta la realización de la conducta adictiva, bajo la forma de HUMOR DEPRESIVO, irritabilidad, problemas de concentración, trastorno del sueño.
  • Desaparición temporal de la tensión al REALIZAR LA CONDUCTA ADICCTIVA.

Vulnerabilidad Psicológica a las adicciones

El ser humano necesita obtener cierto grado de satisfacción para poder vivir, lo cual se consigue realizando actividades diversas, como el trabajo, el sexo, deporte, cultura, la familia, las aficiones, etc. A medida que la persona posee más intereses y aficiones, mayor será la probabilidad de ser feliz. Cuando se dan carencias importantes en este sentido, pueden compensarse por las satisfacciones en otras áreas de la vida. Al contrario cuando las personas se encuentran insatisfechas o frustradas, en una o varias áreas importantes de lo que llamamos bienestar o felicidad, puede entonces concentrar su atención en una sola, siendo entonces alto el riesgo de adicción.

Siendo así, se entiende a la adicción como una afición patológica que al causar dependencia, restringe la libertad individual (Alonso-Fernández, 1996).

Adicción

Estos son los criterios en los que nos basamos psiquiatras y psicólogos para evaluar cualquier trastorno. Se llama (DSM-IV-TR. Criterios diagnósticos).

F63.0 JUEGO PATOLÓGICO [312.31]

Comportamiento del juego des adaptativo, persistente y recurrente, como indican por lo menos cinco o más de los siguientes ítems:

  1. Preocupación por el juego, preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero con el que jugar.
  2. Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
  3. Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
  4. Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.
  5. El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión).
  6. Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de cazar las propias pérdidas).
  7. Se engaña a miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación en el juego.
  8. Se cometen actos ilegales, como falsificaciones, fraude, robo o abuso de confianza, para financiar el juego.
  9. Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades educativas o profesionales debido al juego.
  10. Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.

Prevención de recaídas

Las recaídas, forman parte del proceso de cambio en las adicciones. Aunque no son en absoluto deseables, son estadísticamente frecuentes e incluso se cuenta con ellas como parte del proceso de cambio en adicciones (Prochaska y Diclemente, 1984).

Es preciso prevenirlas para evitar que aparezcan. Cuando aparece una recaída hay que volver a poner en marcha, todas las estrategias y recursos que facilitaron la abstinencia. Algunos autores sustituyen el término recaída por el de “incumplimiento de propósitos”.