Tratamiento trastorno de ansiedad generalizada Valencia

Psicólogo ansiedad generalizada Valencia

La característica esencial del trastorno de ansiedad generalizada, es una ansiedad y una preocupación excesivas, acerca de una serie de acontecimientos o actividades. La intensidad, duración o frecuencia de la ansiedad o preocupación es desproporcionada a la probabilidad de que se produzca el suceso anticipado. A la persona afectada, le resulta difícil controlar la preocupación y el mantenimiento de los pensamientos relacionados con los mismos, interfieren con la atención a las tareas diarias que debe realizar.

Las personas con trastorno de ansiedad generalizada, a menudo se preocupan todos los días acerca de circunstancias rutinarias de la vida, tales como posibles responsabilidades en el trabajo, la salud, las finanzas, la salud de los miembros de la familia, la desgracia de sus hijos o asuntos de menor importancia (por ejemplo: las tareas del hogar o llegar tarde a las citas.

La ansiedad o la preocupación se acompañan de al menos tres de los siguientes síntomas adicionales: inquietud o sensación de agitación, facilidad para fatigarse, dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular o trastornos del sueño. Asociados a la tensión muscular, pueden aparecer temblores, contracciones nerviosas, inestabilidad y molestias musculares o dolor.

Muchas personas con trastorno de ansiedad generalizada, expresan que han sentido ansiedad y nerviosismo durante toda la vida.

La preocupación excesiva, perjudica a la capacidad del individuo para hacer las cosas de manera rápida y eficiente, ya sea en casa o en el trabajo. La preocupación consume tiempo y energía y los síntomas asociados como la tensión muscular y la sensación de excitación o de nerviosismo, el cansancio, la dificultad para concentrarse y los trastornos del sueño, contribuyen al deterioro.

Cada vez que aparece una preocupación, la persona busca mentalmente una solución, pero la solución a su vez provoca una nueva preocupación, que se intenta neutralizar con otra solución y así entra en un proceso rumiativo que parece no tener fin.

Por otra parte, también es frecuente tener otro tipo de pensamiento sobre las preocupaciones. Creencias acerca de que preocuparse, en realidad, es bueno. Es algo así como creer que la preocupación es un modo de afrontamiento de posibles problemas, sería como ir un paso por delante de los problemas, para predecir la aparición de futuros problemas y tener ya preparado un plan para solucionarlos.

Tratamiento simplificado del trastorno de ansiedad generalizada:

  • Terapia cognitiva: consiste en localizar, registrar y analizar los pensamientos catastróficos, evaluarlos desde una perspectiva racional y científica poniendo a prueba la veracidad de los pensamientos, para ello utilizaremos los criterios de racionalidad:
    1. Objetividad: ver si tenemos pruebas objetivas que demuestren que ese pensamiento puede ser cierto.
    2. Utilidad: preguntarnos si estos pensamientos nos resultan útiles para alcanzar nuestros propósitos.
    3. Emociones: los pensamientos catastrofistas, están cargados de emociones negativas e intensas que nos desbordan y son desproporcionados para lo que realmente está sucediendo.
    4. Forma: se confunde lo posible con lo seguro, sin ver realmente la probabilidad real. La forma en la que utilizamos el lenguaje, guiado por nuestros pensamientos pueden estar agravando a su vez la forma de percibir la situación. Confundimos probable con seguro, siempre con a veces, nunca con en ocasiones, todo ello hace que tengamos una visión confusa y poco real de lo que está ocurriendo en realidad.
  • Exposición: no hay forma de superar un trastorno de ansiedad, sin exponernos a lo que nos da miedo. Cuando nos ponemos en contacto con la situación temida (puede ser tan solo un pensamiento), en primer lugar y rápidamente la ansiedad sube, pero estas sensaciones no perduran durante mucho tiempo, a medida que nos habituamos a estas situaciones la ansiedad cada vez es menor y dura menos tiempo al exponernos a la situación temida, por lo que si no habituamos, la ansiedad dejará de aparecer ante eso que antes, tanto nos creaba ansiedad.
  • Relajación muscular: es una técnica clásica dentro de la terapia de conducta. Resultará muy útil dominar la relajación y aplicarla. Es una estrategia de autodominio, para dominar situaciones cotidianas que rompen nuestro equilibrio. La meta de la relajación muscular, es que la persona aprenda a identificar las sensaciones de tensión para inmediatamente eliminarlas.