Tratamiento adicción cocaína Valencia

Adicción a la cocaína

Tras un consumo inicial de cocaína, muchas personas se detienen porque los efectos estimulantes les producen ansiedad o por temor a perder el control. Sin embargo, otras se convierten en consumidores regulares y aprenden pronto que dosis mayores incrementan o prolongan la euforia. Algunos consumidores regulares, progresan hasta el consumo compulsivo y les resulta difícil dejar de consumir una vez que han comenzado.

El consumo repetido de cocaína, produce tolerancia y puede producir dependencia. El uso de altas dosis de cocaína durante periodos prolongados, altera el ánimo.

Se ha comprobado que incluso cantidades pequeñas de cocaína, pueden producir una tolerancia rápida y cambios cerebrales relacionados con la adicción en algunas personas, pero habitualmente, se requieren dosis altas y periodos prolongados de consumo, que pueden ser intermitentes.

La apetencia (craving) o deseo intenso de tomar cocaína que sufren muchos consumidores regulares, es un fenómeno conocido, que resulta tanto de la capacidad de refuerzo positivo (el placer y la euforia de la cocaína), como de refuerzo negativo (la denominada abstinencia motivacional, por la que los estímulos placenteros habituales dejan de motivar. La instalación de estos dos procesos oponentes en la persona con adicción a la cocaína, impulsa a la repetición compulsiva de ciclos de intoxicación-apetencia que se producen con diferente gravedad y consecuencias en cada paciente. En las personas más vulnerables, la apetencia progresa muy rápidamente.

El fenómeno de la apetencia o craving que contribuye a la extensión y al mantenimiento de los ciclos de consumo, disminuye sólo gradualmente después de semanas de abstinencia y se reproduce con facilidad tras meses, e incluso años de abstinencia.

Desde el punto de vista conductual, la cocainomanía, puede entenderse como un proceso de aprendizaje condicionado y complejo. Para el clínico, tiene interés conocer las características conductuales del refuerzo producido por la cocaína.

Los síntomas de abstinencia (disminución de energía, falta de interés y anhedonia) pueden durar hasta 10 semanas, además, algunos pacientes pueden mostrar síntomas depresivos o ideas de suicidio. La fase de extinción es indefinida y en ella la apetencia aparece tras exponerse a estímulos o hábitos que evocan la euforia cocaína (presencia de cocaína, personas, lugares, utensilios o estados de ánimo asociados al consumos, tanto tristeza como estado de ánimo elevado. Todo ello puede provocar un impulso incontrolado hacia el consumo que está asociado con frecuentes caídas y recaídas (sobre todo los primeros meses de tratamiento).

Tratamiento adicción a la cocaína

En la mayoría e los casos, el tratamiento ambulatorio es el más apropiado y preferible, porque cuando consigue la abstinencia, asegura un mejor control. El tratamiento ambulatorio requiere contactos semanales durante los primeros meses, una frecuencia baja de contactos clínicos no es efectiva en la iniciación o en el mantenimiento de la abstinencia.

Las sesiones incluyen una combinación de acciones educativas, consejo en droga individual, monitorización de tóxicos en orina y psicoterapia.

La fase inicial del tratamiento puede durar unos tres meses, donde los objetivos iniciales son iniciar y mantener la abstinencia a través del aprendizaje y la aplicación de estrategias para afrontar el craving y evitar el riesgo de relaciones y ambientes tóxicos, adoptando estilos de vida que faciliten la abstinencia. En esta fase son frecuentes las caías y recaídas, muchas de ellas se deben a la confianza injustificada por parte de los clientes o de los profesionales en las capacidad de aquellos para evitar el consumo, que induce a exposiciones no controladas. Antes de que sucedan, los pacientes deben de recibir información de este fenómeno habitual que debe afrontarse de forma terapéutica y constructiva.